Debate sobre consulta de ciclovía Marcelino García Barragán


Este espacio está diseñado para que todos y todas debatamos y deliberemos sobre nuestra ciudad; así se consolida nuestra democracia, con el debate de las ideas; por lo que invito a todos los interesados en la consulta popular sobre la ciclovía Marcelino García Barragán a expresar su opinión con un escrito de mínimo 250 palabras y máximo 600 palabras.

Las reglas son sencillas: enviarlo a mi correo mario.ramos@iepcjalisco.org.mx, se subirá a la página íntegro y se dará difusión para que ciudadanos, medios de comunicación y funcionarios interesados conozcan diversos argumentos y posturas sobre el tema. Se invita a que ciudadanos no difamen, calumnien, no usen palabras altisonantes y en todo momento se conduzcan con respeto hacia argumentos o posturas contrarias.

Debatir sobre nuestra ciudad nos hace bien a todos.

Consultar no vulnera derechos, no consultar, sí.

Por Mario Ramos, consejero electoral, integrante de la Comisión de Participación Ciudadana

Quisiera dejar algo en claro: estoy a favor del derecho a la movilidad, estoy a favor del libre tránsito y estoy a favor de la construcción de redes de ciclovía, porque estoy convencido que nuestra ciudad necesita incentivar la movilidad no motorizada.

Estoy convencido que nuestra ciudad necesita incentivar la movilidad no motorizada.

El Instituto Electoral debe vigilar el cumplimiento de requisitos de la solicitud de consulta popular, comprobar que no se consulte sobre los derechos humanos y garantizar la legalidad, certeza, imparcialidad, máxima publicidad, independencia y objetividad en el desarrollo del mecanismo; el pasado 11 de mayo el Consejo General aprobó y verificó que se cumplieran los requisitos:

  • Eran necesarias 49.9 firmas y se presentaron más de 2 mil 500, por lo que se satisface el requisito. (Los habitantes de las 11 colonias presentadas por el solicitante son 49 mil 938)
  • La pregunta de la consulta será: ¿Debe permanecer la ciclovía en el Boulevard Marcelino García Barragán?
  • El Instituto garantizará la mayor participación posible (Incluyendo a usuarios de ciclovía y cualquier habitante interesado en participar, no solo mayores de edad)
  • La opinión de los ciudadanos en el mecanismo de consulta popular se tomará con la urna electrónica.

Dicho lo anterior, quiero exponer, con argumentos y sin llevar esta discusión al plano emocional, las razones por las que estoy a favor de la realización de la consulta popular:

  1. La participación social es un derecho humano, el artículo 385 del Código Electoral y de Participación Social del estado de Jalisco lo garantiza y lo cito textual: “En el Estado de Jalisco se reconoce el derecho humano a la participación social como principio fundamental en la organización política” y en el artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: (1) Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos y el Instituto es el responsable de garantizar ese derecho.
  2. Los gobiernos deben escuchar la opinión de los ciudadanos en todo momento, eso garantiza la consolidación de una democracia formal y plena por el camino de la participación ciudadana; uno de los mecanismos para hacerlo es la consulta popular.
  3. La lucha histórica porque los ciudadanos fueran escuchados ha costado muertes (1968) y hoy que tenemos los mecanismos para que ciudadanos sean escuchados debemos utilizarlos e incentivarlos.
  4. El mecanismo de participación social de consulta popular sirve para que ciudadanos emitan su opinión y el gobierno decida sobre esa opinión; la consulta no es vinculante. Realizar la consulta no vulnera ningún derecho, porque se consulta sobre infraestructura, sin embargo, no realizar la consulta sí vulnera el derecho de los ciudadanos a participar.

Dicho lo anterior, estoy a favor de que se utilicen mecanismos donde los ciudadanos sean escuchados de manera formal por los gobiernos, pero también quiero hacer un llamado a los ciclistas y a los ciudadanos interesados en el tema para que participen en este debate, en los foros posteriores, en la difusión de la consulta popular, en la emisión del sufragio de la consulta popular, para que el ejercicio se convierta en un ejemplo de participación ciudadana y consolidación democrática a nivel internacional. Así, el debate, la deliberación de las ideas y la participación ciudadana será más amplia y esto abonará a lograr lo que todos anhelamos: la consolidación de la democracia.

Por último comparto una mesa de debate con Alberto Bayardo sobre el tema y espero más posturas.


Sí a la #ConsultaPopular sobre la ciclovía en bulevar García Barragán / Por Carlos Díaz

 

Resulta que te gusta opinar de todos los temas y tratas de ejercer tu derecho a la libre expresión todos los días, incluso exiges que además de tutelar este derecho, las autoridades también te escuchen. Sin embargo, no te gusta que otros opinen de los temas que a ti te interesan.

Te gusta participar, eres bastante activo en redes sociales, es más, tú no te quedas en lo virtual y pasas al activismo real. Le exiges a las autoridades ser parte de la toma de decisiones, claro, de las acciones de gobierno que a ti te interesan. Sin embargo, te parece absurdo que otros ejerzan su derecho a participar cuando se trata de «tus temas».

Exiges democracia, pero una democracia en donde solo los que piensan como tú puedan opinar, participar, utilizar las instituciones y ejercer sus derechos.

Entonces me pregunto, ¿Cuáles son las conquistas ganadas de la democracia? ¿Cómo exiges calidad de la democracia si eres intolerante ante los que piensan diferente?Pero lo que no me explico es, cómo, y desde cuándo, opinar o conocer la opinión de otros acerca de un tema vulnera derechos humanos.

Recordemos que ejercer el derecho humano de la participación, el de libertad de expresión y el derecho político de formar parte de la toma de decisiones es lo que nos permitirá, en algún momento, ser libres.

¿Cómo exiges calidad de la democracia si eres intolerante ante los que piensan diferente?

Sí, a la Consulta Popular de la Ciclovía, Sí a la Consulta Popular de cualquier tema, porque solo así podemos aspirar a una democracia de calidad, dónde todos los temas, aunque nos parezcan incómodos, se puedan someter a la discusión de ideas y a la participación ciudadana.

De igual manera, sí a la ciclovía en el bulevar García Barragán y sí a la movilidad no motorizada. Pero también, completamente convencido de que sí debemos y podemos opinar sobre cualquier tema, y qué mejor que hacerlo a través de las instituciones.

Las contradicciones de la agenda ciclista /Por David López García

Publicado en El Diario NTR Guadalajara

La postura de los colectivos ciclistas en contra de la consulta pública sobre la ciclovía de Marcelino García Barragán está llena de contradicciones. Discutiré tres de las más evidentes.

Primero, se nos olvida, pero los colectivos ciclistas fueron promotores de la nueva ley de participación social. En aquel momento todos estaban a favor de la participación ciudadana. Pero cuando los nuevos mecanismos son usados en contra de su agenda, entonces la participación de los vecinos –en un asunto público que afecta directamente sus calles– es un ataque contra los derechos humanos. No entiendo.

Segundo, el principal argumento para ir en contra de la consulta es que representa un ataque al “derecho a la ciudad” de los ciclistas y de los que aspiran a un modelo de movilidad sustentable. Este derecho es muy invocado, pero es muy poco comprendido. En el fondo, el derecho a la ciudad se trata de tener la posibilidad permanente de transformar el ambiente construido de la ciudad de acuerdo con la forma en la que nos gustaría vivir.

Sin embargo, como muchos estudiosos del tema lo han hecho notar, un problema fundamental con el derecho a la ciudad es responder la siguiente pregunta: ¿el derecho a la ciudad de quién y a qué tipo de ciudad? Invocar este derecho es un argumento que se nulifica a sí mismo en el momento en que reconocemos que vivimos en una sociedad plural con diferentes visiones. ¿El derecho a la ciudad de los vecinos que se oponen a la ciclovía no cuenta?

Tercero, las decisiones de infraestructura han sido un proceso cerrado entre los colectivos ciclistas y los grupos políticos en el poder. Los colectivos ciclistas presionaron durante años y los grupos políticos finalmente cedieron. Las inversiones en infraestructura comenzaron a caer con cuentagotas. Pero la agenda ciclista se conectó por completo con la agenda de gobierno cuando los principales activistas de aquélla ocuparon puestos directivos en los gobiernos estatal y municipal.

Esta estrategia para avanzar la agenda ciclista nunca ha necesitado de los vecinos en el territorio. Así, los colectivos ciclistas y los funcionarios públicos han decidido la nueva infraestructura sin necesidad de incluir a nadie más. Sin embargo, y como es evidente, este estilo de planeación está generando demasiada fricción entre sociedad y gobierno. La generación de disputas por el espacio público no debería sorprender a nadie, era de esperarse.

La generación de disputas por el espacio público no debería sorprender a nadie, era de esperarse
En resumen, el mensaje debería de ser leído con mucha atención. El derecho a la ciudad de los vecinos también cuenta, y si las personas en el territorio se oponen a transformar sus calles lo tenemos que respetar. Insertar la agenda ciclista en la agenda de gobierno es condición necesaria, pero no suficiente para transformar la movilidad. Lo que hace falta es que más personas quieran transformar su entorno en la forma a la que aspiran los colectivos ciclistas.

En lugar de confrontar a los vecinos que también reclaman de forma legítima su derecho a la ciudad, los esfuerzos de los colectivos podrían dar mejores resultados si se concentran en convencer a la sociedad sobre las bondades de su proyecto. Además, deberían estar preparados para que las personas no compartan su visión de ciudad porque –por más increíble que les parezca– también es una posibilidad.

Coordinador del Laboratorio de Innovación Democrática

@davlogar

Una opinión de 1.7 millones de pesos, por Violeta Meléndez

 

Publicado en El Diario NTR Guadalajara

“¿Debe permanecer la ciclovía en el bulevar Marcelino García Barragán?”, es la pregunta que autorizó el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) para ser sometida a votación popular el próximo 9 de julio en Guadalajara, donde van a poder votar niños, vecinos, turistas, y todo el que pase por la urna y se dé unos minutos para escoger el “sí debe” o “no debe”. No hay restricciones ni petición de credencial.

Esta consulta sería la primera que formalmente organiza el instituto bajo los nuevos lineamientos de participación ciudadana y es algo que entusiasma particularmente a algunos de sus consejeros, que se mostraron dispuestos a impulsarla con tal de estrenar esta figura y ejercer el presupuesto que tienen destinado para eso.

Pero no todos están de acuerdo ni consienten que por hacer la consulta pública se ponga en riesgo la permanencia o no de un tema que significa avances para la movilidad no motorizada de la ciudad, es decir, la ciclovía, y cuya ausencia por años no sólo ha disuadido a personas a utilizar la bicicleta, sino ha costado vidas humanas de quienes sí se han arriesgado.

Poniendo nombre y apellido, la consejera Sayani Mozka es quien critica una votación popular sobre la continuidad de una infraestructura que es derecho de los ciclistas, mientras que Mario Ramos ha sido la voz de quien defiende el ejercicio con la postura de que hacer una pregunta, pedir una simple opinión a la gente, no puede por sí solo violar el derecho de alguien.

El debate es interesante y oportuno, pero el hecho de que el IEPC ya haya autorizado que sí se concrete la consulta podría traer más perjuicios que beneficios. El primero de ellos, y que es uno de los argumentos de Ramos para defender la votación, es que el resultado no será vinculante, es decir, que no tendrá ningún efecto, no cambiará nada. Sólo es para conocer lo que piensa la gente.

Siendo una ciclovía que tuvo una fuerte oposición por parte de quienes todavía piensan que la ciudad es para los automóviles y la bici para pueblos sin progreso, ¿no se corre el riesgo de que los detractores a la vía ya construida sientan legitimada su oposición si la respuesta que gana es la negativa?

Sin duda una posibilidad es que tomen como bandera el resultado para espetárselo a Alfaro y a quien sea necesario con tal de que la quiten. Aunque la vía signifique una opción asequible de movilidad para los estudiantes del CUCEI, de la Vocacional y de otros destinos de la zona.

Ante este escenario, la consejera Mozka planteó a sus compañeros que si se aprobaba la consulta, más adelante habrá quien pida someter a votación pública el derecho de los homosexuales a casarse o el de las mujeres a votar.

¿Se vale hacer esas preguntas como mera opinión? La línea del respeto a los derechos humanos de terceros se empieza a borrar.

Otro perjuicio es el del erario. Ahí se va a gastar un millón 727 mil 429 pesos para contratar a capacitadores electorales e instalar pancartas en los 81 puntos de votación. ¿Vale la pena gastarse casi 2 millones de pesos en una pregunta que no será tomada para ninguna decisión, pero podría sólo arreciar la confrontación sobre un derecho ya ganado?

Ya veremos si después de la consulta se fortalece la participación ciudadana, o termina siendo un gasto ocioso.

vmc@ntrguadalajara.com

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